lunes, 20 de junio de 2011

LISÍSTRATA (María Jesús-Carixena)

LISISTRATA- La astucia

En el ciclorama, una imagen de la Acrópolis

( El personaje, Lisistrata hace su entrada, asomándose entre cajas con cara de asombro, sale, mira a su alrededor y vuelve a cajas mirando desconcertada para llegar de nuevo al centro del escenario)

La verdad, es que ando algo perdida, esto está algo cambiado, un pelín en ruinas, diría yo, ¡vamos hecho una pena¡ , seguro que han sido los hombres otra vez, no, si ya lo decía yo, no se les puede dejar de la mano por que la lían, si es que no escarmientan, miren Uds. Que traza de ciudad.

Perdón, no me he presentado, soy Lisístrata, no es que me extrañe estar en un teatro, habitualmente es el lugar en el que vivo, solo que diferente. El teatro griego donde yo nací de la mano de Aristófanes, no era así, ¡que va¡ era abierto bajo el cielo, pero por lo demás es lo mismo, nosotros les contamos una historia y Uds. aplauden si les gusta y si no ya saben, nos silban.

Cuando el autor creó mi personaje quería demostrar varias cosas la primera que las mujeres, en contra de lo afirmado por los hombres, éramos muy inteligentes y lo que no podíamos lograr por la fuerza bruta, en lo que Uds. los varones son especialistas, pues lo lográbamos con perspicacia, astucia e imaginación y la segunda que a Uds. caballeros siempre se les pilla por el mismo sitio.

Veamos, les cuento mi historia, en la Grecia antigua, los varones parecía que no tenían más entretenimiento que la guerra, así que por un quítame allá estas pajas , pues ¡ala¡ nos dejaban solas y a matarse con toda la afición del mundo,  entonces venían corriendo de la batalla, vamos que hacían un alto, llegaban, nos fabricaban otro hijo y a salir corriendo otra vez, con lo que éramos nosotras las que teníamos que llevar el peso de la familia en soledad, y además apechugar con el dolor de perder nuestros maridos, hermanos o hijos en unas guerras interminables, así que nos pusimos de acuerdo todas las mujeres para no mantener relaciones íntimas, ya saben sin “chingar”, con nuestros respectivos y además apoderarnos del tesoro de la ciudad. Con el firme propósito de no hacer lo uno y devolver lo otro mientras no firmaran la paz. Por lo tanto les dimos en las dos cosas que más les duelen y el resultado ¡ increíble ,vaya que si firmaron rápido, no saben lo que corrieron para hacer las paces una vez que comprobaron que no cedíamos a sus requerimientos y que no conseguían amilanarnos. Logramos así una paz  que creíamos duradera, pero por lo visto no ha sido así, porque cada vez que me asomo a este mundo, andan liados de nuevo los unos con los otros, en fin que parece que no tienen remedio.

No me extraña que en muchos lugares las mujeres tengan que seguir mi ejemplo y ponerse de acuerdo para poner firmes a los hombres y tenerlos a cañuela una temporada hasta que se apean de la burra. Sin ir más lejos creo que en Colombia, en Pereira, las mujeres han tenido que tomar esa determinación en vista de los enfrentamientos entre los hombres y también por la violencia, que por su mentalidad machista, ejercen sobre ellas, se que les está resultando muy difícil pero vaya nuestro apoyo para ellas.

Así que ya me ven, soy un mito, pero he pasado a convertirme en un símbolo de la paz, de lo que me siento orgullosa, pero a la vez contemplo con tristeza como desde el año en que yo nací al mundo, en el año 400 a. C. no veo yo que las cosas hayan cambiado en exceso, sigo viendo guerra, y las mujeres continúan pagando las consecuencias,  veo violencia contra las mujeres y la misma lucha a brazo partido de nosotras las féminas, para conseguir nuestros derechos, la igualdad y el lugar que sin duda nos pertenece en la sociedad.

No quiero aburrirles más, hoy conmigo han venido otras mujeres, luego las irán conociendo, yo solo soy ficción ellas han sido y son reales, han luchado y logrado avances en el intento, pero también han sufrido la incomprensión y el rechazo de los hombres y lo que es más triste a veces de las propias mujeres, por intentar dar pasos hacia delante, oigámoslas y como mínimo que tengan nuestro respeto y reconocimiento. ¡Ojala¡ además el aplauso de todos Uds.

¡Ah¡ por cierto, no se olviden  en caso de conflicto, ya saben, acuérdense de la receta, creo que todavía funciona porque los hombres según parece siguen teniendo la neurona en el mismo sitio.








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